3 jun 2010

Reviews: Where the Wild Things Are; Zombieland; Agora

Hola, entrega número 3 creo de las "reseñas de pelis por tres". Esta vez le toca a películas mucho bastantes buenas (excepto la de Spike Jonze que me pareció medio no sé). Pero mejor escribo la reseña y me explico con un poco más de profundidad que una línea. por cierto, no creo que importe demasiado pero me veo en la obligación de advertir que hay spoilers adelante.


Where the Wild Things Are



Me cuesta escribir ésta opinión porque es medio bajón hacerlo sobre pelis que uno no disfrutó del todo, y no es que este mal hecha si no al contrario, he de admitir que yo no la entendí del todo. Esta peli - cuya traducción sería "Donde los Seres Salvajes Viven", o algo así - posee un tratamiento que la convierte en una obra mucho más metaforica que la película infantil tradicional, a su vez su estética es algo cruda e insípida, pero muy posiblemente de manera intencional.

Max es un chico de unos 10 años quien no tiene amigos y padece un complejo de Edipo poco sano. Este apego estalla cuando la madre lleva un "amigo" a casa, Max huye y toma un "barquito" que lo lleva a la isla donde viven estas cosas salvajes quienes lo adoptan como su rey. A partir de allí comienza una suerte de viaje de descubrimiento con un final pírrico. Como metafora (asumo) trata sobre la aceptación y el dejar ir, la figura del padre ausente, los amigos que no son, los miedos irracionales de la infancia, la mujer a modo de comprensiva protectora. Como historia dista de ser una cosa redonda, más bien se comporta como una división de las ocurrencias a-la juegos infantiles del protagonista, se suceden una serie de episodios que dilapidan su ilusion y lo obligan a regresar a casa con su madre. Hmmm... viendolo así parece también una metafora sobre el crecimiento.

De movida la película se presenta como una cosa salvaje, algo molesta y caprichosa, pero sobre todo solitaria y triste: parangon sobre el protagonista. Desde ya que logra, con pocos planos, explorar el funcionamiento de Max, sus miedos y sueños. En todo caso la narrativa en general, a pesar de poseer un guión débil, destaca por lo salvaje en cada aspecto que se representa: gritos, corridas, golpes, guerra de terrones, saltos. Es innegable que la peli exuda una violencia propia de la hiperactividad y la imaginación de un niño, y si a mi no me termino de convencer fue por razones muy subjetivas: 1) el diseño de los bichos me producía una especie de intranquilidad (reminiscencia a la infancia, seguro); 2) el personaje de Max me cayó abiertamente mal y tenía ganas de golpearlo a los 10 minutos de película, y esto lleva a; 3) al no sentir un fuerte vínculo con el protagonista su aventura nunca me atrapó. Igual es una opción recomendada en particular para quienes soltar un par de lagrimas recordando caprichos infantiles.


Zombieland



Las cosas por su nombre, Zombieland es una película de género pero no de género "zombie". A pesar de estar muy bien enmarcada en un contexto de mundo destruido por estos horrendos no-muertos, la pelicula resalta el genero de aventuras en el estado más puro. Zombieland es una película 100% de genero, respetando todas las reglas de como componer un producto firme, exitoso y fiel. Que los enemigos sean zombies puede deberse a razones de mercadeo, producción, o guiño, igualmente podrían ser algas mutantes porque el desarrollo de la historia no cambiaría en el menor grado. Siendo más honestos aún, hay que aclarar que el género zombie a derivado de ser terror gore a ser comedia de supervivencia, y ésto es exactamente lo que pasa aquí.

El filme sigue a Columbus, un joven retraido y un tanto inadaptado (Jesse Eissenberg, promesa actoral que viene pisando muy fuerte) en su recorrido a la ciudad donde viven sus padres. En el camino se encuentra con Tallahassee (Woody Harrelson), una suerte de cowboy-wannabe, bien tipo duro por fuera y blando por dentro, quien posee un grado de psicosis menor y una abersión inconmesurable contra los feos come cerebros. Luego se les suman Wichita y Little Rock, dos desconfiadas hermanas con un leve historial de encantadoras embaucadoras. Partiendo desde el punto cero la película se presenta como una road movie, las interacciones entre los personajes se narran con un montaje solido y dialogos fluidos que solo dejan ganas de más. La adrenalina está siempre ahí, nunca se sabe donde puede haber un zombie pero la acción no se roba el metraje sobre lo que realmente predomina en la película: la comedia. Parte fundamental del genero aventura, la comedia en sus varias formas de guiños, innuendos, ocurrencias y hasta el slaptick, están presentes constantemente. La cereza del postre se presenta a mitad de la película cuando los personajes llegan a Beverly Hills, más que cereza lo que se ofrece es todo un Manhattan, pero esto no puedo decir porque arruinaría la sorpresa.

Si esta película se llamase Adventureland no habría mucha diferencia, solo que habría dos pelis con el mismo título que tienen además al mismo protagonista(y más, ambas se desarrollan al menos parcialmente en un parque de diversiones). Zombieland grita de alegria cuando los personajes dejan liberar tensiones destruyendo el gift-shop de un casino indio, rie cuando fuman porro o ven Ghostbusters en una sala privada, entristese ante el cruento relato de Woody Harrelson, entenece en la relación de las hermanas y enamora con la relación de Columbus y Wichita. Es una pelicula que honestamente transpira emociones y las entrega sin reservas. Habla (o mejor dicho grita) sobre la alegria de vivir, la tristeza de perder, la emoción de ser parte de algo, toda una aventura en cualquier sentido, pero además recorriendo el mundo y matando zombies.


Agora



Arte e ideología son cosas que no van de la mano. Por supuesto, toda obra tiene su ideología, el problema es cuando lo que se quiere vender es un ideal en vez de una obra. Surgen filmes por decenas, especies de sustitutos ideológicos de trabajos ya realizados, copiando formulas más o menos exitosas pero dejando de lado todo lo que le dió exito al genero en un principio en función del panfleto ideologico, ejemplos hay por los cientos. Por suerte hay excepciones y ésta es una de ellas

Agora es la ultima película de Alejandro Amenabar, quien va camino a convertirse en el mejor director de cine de la Europa contemporanea. Narra una dura historia de desamor e investigación en el contexto de las revueltas causadas por la ascensión del cristianismo como la religión oficial del Imperio Romano. Rachel Weisz encarna a Hypatia, una filosofa que muriera durante estas luchas. Personaje directo, amigable y conflictivo a más no poder. La presión de demonios internos se refleja en cada plano de la actriz. Su aflición no viene causada por fantasmas del pasado, si no por la de una filosofa de corazón: busca constantemente la verdad y carga con el sufrimiento de que sabe que nunca la va a conseguir. La historia sigue la investigación de Hypatia durante estos tiempos mientras intenta descifrar el movimiento de la Tierra. Paralelamente desarrolla una relación de amiga/mentora con su esclavo Davus (Max Minghella) y pretendida/educadora con su alumno Orestes (Oscar Isaac). Un extraño triangulo de desengaño amoroso se posa sobre las figuras de los protagonistas varones, mientras que para ella la unica pasión es la ciencia.

Amenabar posee una cualidad sorprendente para develar las emociones de sus personajes en planos con gran capacidad compositiva y un muy buen manejo actoral. Nunca se cae en la acción gratuita por divertimento, en cambio las escenas de lucha son naturales y crudas. Los dialogos de Mateo Gil son muy apropiados, en particular por la capacidad de sintesisi para expresar ideas elaboradas, éstos destacan en momentos claves. La música es un factor que a estas alturas suele dejarse de lado en este tipo de obras, pero en éste filme se logra una incidental que no resalta la épica pero acompaña bien al relato. Si bien el "mensaje" ideologico es bastante obvio y esta siempre presente, la película en realidad trata sobre la infelicidad de la protagonista y la de sus enamorados, ambos lejos de conseguir su amor ya que están sencillamente no son del interés de ella. Aprovechar un espectacular escenario para narrar una desventura romantica con implicaciones sociales y filosoficas es una apuesta audaz y noble, que demuestra que todavía el cine se trata del como (no de que) se esta contando.

Y me quedé sin tgiempo para subir boludeces divertidas. Vienen para la próxima

2 garcaron este post:

Destro dijo...

El pendejo de la primera foto y el monstruo son una copia vil del Olga de Liniers!

Mandramas dijo...

Es mas probable que sea al reves, Destro.